Venecia entre líneas: espejo de belleza y escenario de ficción
La Ciudad de los Canales como catalizador de ficción y fantasía
Unos días en Venecia me han ayudado a entender, ahora sí, el encanto recurrente que ha hecho que sirva de inspiración a creadores de casi todas las épocas y ámbitos. Más allá del tópico, la Ciudad de los Canales atesora una personalidad abrumadora, que ni las hordas de turistas ni la mercantilización y el branding han conseguido romper. Soy un sentimental, pero solo los años me han dado herramientas para expresarme con sinceridad sin sentirme ridículo o culpable, y estos días paseando por la ciudad, a ratos junto a mi hijo y mi pareja, a ratos solo, me han resultado verdaderamente emocionantes. Callejear por el centro Venecia supone vivir la contradicción entre la denuncia constante de deshumanización con la ausencia de papeleras, bancos o espacios de juego para niños; entre la libertad de perderse por infinitas callejuelas y la infinita retahíla de prohibiciones (no hagas picnic, no te apoyes, no te pares, no toques, no mires…); entre la amabilidad sincera de quienes te reciben por unos días y el hartazgo de quienes no soportan que andes un poco más despacio que ellos o que admires con ojos nuevos la ciudad en la que habitan.
Venecia es, a la vez, el escenario precioso patrocinado por Louis Vuitton en el que el mangaka Jiro Taniguchi se transformaba en un joven nipón que sigue los pasos de su abuelo pintor; en la ciudad mágica asediada por fascistas de camisa negra que embruja al Corto Maltés hasta el punto de hacerle proclamar “Venecia sería mi fin” en Fábula de Venecia (biblia no oficial de la ciudad, presente en todas y cada una de sus librerías). Ahí está el puente donde Tom Cruise hizo una cabriola espectacular, el restaurante en el que Donald Sutherland conoce a dos viejas siniestras o el campanario en el que Tom Holland salva el día sin que Zendaya se entere. Todo ellos entremezclados con la osteria donde te morreaste con aquella Erasmus de la que llevabas tiempo enamorado, la plaza donde compartiste el mejor helado del mundo con tu peque o el puente desde el que se adivinaba la estancia de un palazzo mientras, de fondo, un gondolero cantaba Picolissima serenata de manera muy elegante mientras que, cuando pensabas que estabas de vuelta de todo, la vida te da un momentito de descanso y calorcito.
MÁS SOBRE VENECIA, REALIDAD Y FICCIÓN:
Hugo Pratt, trazo a trazo: bellísimo documental sobre el dibujante definitivo de la Venecia sobrenatural. Aquí.
El formato galería de fotos me repele, pero la selección de Fotogramas mejores películas ambientadas en Venecia es fetén. Lean. si quieres ir a lo seguro, aquí va la de The Guardian.
Amenaza en la sombra es una de las películas que más y mejor ha sabido captar la Venecia inquietante. No es una película fácil ni perfecta (ese polvo interminable con insertos…), pero tiene un algo que me enamora. Cumple 50 años y en PAste Magazine escriben esto tan majo. Leer.
No me olvido de Veneciafrenia, de Alex de la Iglesia. Una película decididamente fallida en la que el director vasco le saca a punta a la turismofobia de la ciudad y se marca algunos momentos de nivelazo que no pueden reflotar a un reparto poco eficiente y una trama un tanto insustancial.
Misterio en Venecia es las penúltima película ambientada en Venecia. La saga de Poirot con Kenneth Branagh como director/protagonista no es perfecta, pero me retrotrae a un tipo de cine deliciosamente caduco que disfruto bastante. Aquí.
ESTA SEMANA…
Cómic
-Uno de los ejemplos más terribles de anatomía MAL en el cómic de superhéroes ha recaudado 132.000 dólares, demostrando que Liefeld ya es un icono pop en sí mismo. La historia completa, aquí.
-Nace la Sociedad Académica del Estudio del Cómic. Hay gente a la que admiro y respeto implicada, así que nada malo puede salir de aquí. Más info, aquí.
-Drawn & Quarterly va a publicar Kamui Den, de Sanpei Shirato, un manga importantísimo que solo estaba disponible en francés a precios imposibles. Una de las noticias del AÑO o de la década, tú eliges.
-El sábado estaré con dos dibujantes como la copa de un pino hablando de tebeos. Sí, soy yo, aunque se empeñan en ponerme tilde. Vente, o te rajo.
-El animador e ilustrador David Sancho gana el Premio Fnac-Salamandra Graphic con 'Barbecho'. Vía Europa Press.
-Tremenda la preselección de nominados al gran premio del Festival de Angouleme de este año, con presencia loquísima española standing on the shoulder of giants. Aquí.
Entretenimiento
-Ha venido Debbie Harry a Madrid al Rizoma en una semana loquísima en materia de temita cultural. Yo me lo he perdido todo, pero le entrevisté por zoom, y lo puedes leer aquí.
-Apple TV+ ha subido sus tarifas tres euros justo coincidiendo con el estreno de Monarch: el legado de los monstruos, la serie de monstruos gigantes que necesitábamos para acabar el año. José Manuel Freire ha hablado con sus creadores, l guionista de cómics Matt Fraction y el productor televisivo Chris Black. En El Periódico.
-Oro puro: La UAB presenta una colección inédita de fanzines digitalizada y abierta a la ciudadanía. Decir tesoro es quedarse corto. Más información, aquí.
-Lo de la XV edición del festival Sui Generis este fin de semana ha sido tremenda locura. Miren el plantel de talento presente y lloren si, como yo, no han podido acudir.
Música
-Los Grammys Latinos han dejado mucho salseo y mucha tontería, también un puñado de premios. El palmarés completo, aquí. El salseo, en tiktok, si te luce.
-Eclipse total del corazón es que hayan coincidido el mismo día en Madrid Bob Mould y Big Star. Para mí no ha habido debate, porque me ha pillado fuera.
-Dos retornos que sí: Nudozurdo, con Angel Genetics y Evan Dando, con la preciosa Fear of living.
-No me da la vida para nada, pero menos mal que tenemos a Carlos para contar cómo ha ido en el Primavera Weekender. En Rockdelux, dame indie rock y algo más.
-Sigo sin perdonarles que nos dejasen tirados en las Noches del Botánic, pero admito que “Hadsel” es un disco bien bonito. Venga, un besito, Beirut.
Cuídense, nos vemos por aquí la semana que viene.
En mayo estuvimos nosotros de viaje familiar y la sensación fue similar. Me gustó ver una ciudad con vida propia, fuera de los circuitos turísticos, nos alojábamos frente al patio de un colegio y cada mañana nos despertaban las voces de los niños que luego encontrábamos a la tarde en la plaza más cercana. Me volví con el libro de Taniguchi comprado en una pequeña tienda de comics que creo que también visitaste y que estaba muy cerca de donde nos quedábamos.